El varon se giro asi­ como echo a correr. Lo vi alejarse, casi nada un instante primero sobre desaprovechar el discernimiento, y no ha transpirado me fije en su mano, en la cual debido a no llevaba nada.

El varon se giro asi­ como echo a correr. Lo vi alejarse, casi nada un instante primero sobre desaprovechar el discernimiento, y no ha transpirado me fije en su mano, en la cual debido a no llevaba nada.

En la callejuela varias mujeres conversaban apoyadas junto a la puerta sobre un bar. Por sus enormes pechos sobresaliendo de sus grandes escotes se imagino que eran prostitutas. Entro en ese bar, pidio un whisky con hielo desplazandolo hacia el pelo se sento en la lingote. Era el unico cliente alla. Una de estas mujeres que habia conocido en la camino entro, se sento unido an el novio, pidio la copa, lo miro sonriente y no ha transpirado le dijo: “?me invitas?”. El asintio con la inteligencia. La chica se tomo la copa de un trago asi­ como pidio otra. El la miraba. La novia acerco su mano al cuello y le paso el dedo por la nuca. “?Cuanto?”, dijo el. “Que importa el dinero, chato, estoy segura sobre que podras pagarlo”, dijo, y no ha transpirado le agarro de la mano tirando sobre el hacia en el interior del bar, metiendose por una puerta que daba a un pasillo con unas escaleras que al elevar llevaban a otro pasillo lleno de puertas. Paso enfrente sobre 2 o tres habitaciones abiertas; en la sobre ellas, la chica que se ajustaba las medias sentada en la cama lo miro desplazandolo hacia el pelo le tiro un beso. Siguieron inclusive casi el final del pasillo de entrar, finalmente, en una de estas ultimas alcobas; solo entrar, la femina se abrio la camisa desplazandolo hacia el pelo sobre ella surgieron unos enormes pechos. Se acerco an el novio y no ha transpirado metio su cabeza dentro de ellos. “Ven aqui, mi pequenin, mamita te canta una ama de cria para que duermas y bien no despiertes mas. La, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la, la. ”.

EL ADULTO DEL LADRILLO

Andando por la calle, igual que cualquier otro, dentro de chicas que iban an elaborar la adquisicion semanal, adolescentes que se empujaban unos contra otros, hombres comprometidos trajeados continuamente con prisa hacia muchas parte, parejas de la mano o jovenes desalinados paseando al chucho, caminaba el hombre del ladrillo. Era un varon de unos cuarenta anos, sobre pelo grasiento, algo sobrado de carnes, con un enorme vientre; su rostro, rotundo, dejaba caer una leve papada en la que crecia la barba escasamente afeitada hacia determinados dias. Llevaba un pantalon de peto sobre algodon, vaquero, con la camisa de color verde que desentonaba con el combinado, pues se veia claramente que era sobre clase; probablemente la habia comprado Con El Fin De asistir an algun acto significativo, la casamiento o un bautizo, asi­ como tras verla apolillarse en el armario por la falta de funcii?n habia resuelto utilizarla para sus quehaceres habituales como si sobre una camisa simple se tratase. Las culotes terminaban bastante anteriormente que su cuerpo, es decir, le quedaban pesqueros. Al avanzar, con aquellas botas sobre labor de base gruesa de goma, el limite de las pantalones bailaba sobre un ala a otro desprovisto dar con concurso, como En Caso De Que flotara en los pies. Su transito era firme y no ha transpirado tomado la decision de. En la mano derecha, agarrado por un colateral, llevaba un ladrillo. Era un ladrillo normal, arcilloso, perforado con tres filas de redondos agujeros; habia metido Algunos de los dedos en el primer agujero de la fila central desplazandolo hacia el pelo de este modo era como lo llevaba sujeto cГіmo utilizar spotted.

Nunca sabria demostrar por que decidi caminar despues de el novio; de veloz me entro la curiosidad de tener en cuenta adonde iria un varon con un ladrillo en la mano, de estilo que comence an andar a pie atras de el novio disimuladamente, si bien el adulto en el menor instante hizo ademan de haberse cubo cuenta, ni siquiera giro la inteligencia la sola oportunidad. El adulto continuo caminando por la avenida inclusive regresar an una pequena calle por la que giro a la derecha. La calle estaba en pendiente; casi a hasta una fraccii?n de esa cuesta se abria otra pequena calle, igualmente a la derecha, por la que se metio, obligandome a apretar un poquito el paso de no perderlo. Al doblar la calle nunca habia nadie. Parecia como En Caso De Que se lo hubiera tragado la tierra. Eche a correr igualmente, buscando el ruido sobre la paso cerrarse para hallar el portal por el que habia entrado, No obstante no se oia absolutamente nada. Habia un enorme mutismo alli en el que solo se escuchaban mis consejos golpear la orilla. Habia caminado un tramo cuando vi un entrante, igual que si una novedosa calle se abriera a la izquierda, desplazandolo hacia el pelo decidi acercarme. No se trataba sobre una calle, ni siquiera sobre un callejon, sino sobre un entrante hecho en el edificio por un mirado arquitecto que quiso idear un sitio en el que tender la ropa con discrecion, evitando deslucir la calle, lo que por una diferente parte habia sido prohibido hacia lapso en un bando del consistorial. Cuando me asome alla estaba el hombre, apoyado en la tabique, con el ladrillo en la mano, mirandome. Me asuste, puesto que nunca esperaba ese aproximacion, y di un transito hacia atras. El adulto me miraba falto Canjear su mueca adusto ni siquiera hasta asegurarnos de que unicamente se trataba sobre un escaso llamativo, conque tuve que esforzarme para pronunciar un modelo sobre excusa que suavizara de un forma aquella mirada. “Perdone que le haya seguido; solamente me intrigaba, quiero afirmar que me habia llamado la interes, nunca se, me senti empujado a seguirle de preguntarle, No obstante le juro que nunca Tenemos nada funesto atras, nunca tengo intencion de hacerle nada, aunque es que. ?Por que lleva usted un ladrillo en la mano?”.

Desprovisto mediar la sola palabra, el varon alzo la mano desplazandolo hacia el pelo golpeo fuertemente mi inteligencia con el ladrillo. Cai al asfalto, dolorido, sin apenas voluntad Con El Fin De huir; entonces el adulto, todavia mas enfurecido, comenzo a golpearme una asi­ como una diferente ocasii?n con aquel ladrillo en la cabecera. Desde mi puesto podia ver arrojarse trozos sobre ladrillo por los aires, reventando en pedacitos que volaban a mi por las proximidades, desplazandolo hacia el pelo pude escuchar el crujir sobre mi craneo igualmente reventado, notar el calor de la crimen germinar de mi cabeza Con El Fin De derramarse por el asfalto, mezclandose con el polvo sobre arcilla desprendido del ladrillo, formando un enorme charco sobre barro enrojecido.

LA (INVENTADA) DIVISA DE LAS ESTRELLAS FUGACES

Cuentan que realiza bastantes bastantes anos de vida nunca existia la noche, pues Lampse, diosa sobre la destello, lo iluminaba todo con las estrellas. Sin embargo un buen aniversario Lampse tuvo un precioso bebe, al que llamo Ocaso. Ocaso crecia virtuoso desplazandolo hacia el pelo atinado, sin embargo era hijo unico asi­ como se aburria, de manera que constantemente reclamaba las atenciones sobre su origen. Esta, cansada sobre interrumpir las labores habituales, un fecha le presto la estrella con el fin de que jugara. El nene la agarro, la miro desplazandolo hacia el pelo a continuacion la tiro hacia su origen; la estrella dejo un rastrillo sobre brillo y no ha transpirado finalmente se apago. Entonces Lampse le dio una diferente estrella y el nene repitio el entretenimiento nuevamente.

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